La primera tarea del programa de hoy: Reubicar lobos.

El equipo del CMI

El huracán Irene derribó decenas de árboles en el Wolf Conservation Center (WCC) la madrugada del domingo. Uno de los más grandes aterrizó en el cerco de nuestra instalación aislada de especies en peligro de extinción, donde albergamos lobos que son candidatos para la liberación. Aunque todos los ocupantes del recinto permanecieron seguros, sentimos que era necesario mover la manada a un sitio alternativo que nos permitiera reparar más fácilmente la cerca rota en su hogar actual. A las 10 a.m., los lobos grises mexicanos M804, M807 y F749 no estaban emocionados de ver al personal y los voluntarios del CMI descender a su territorio. ¿Primero Irene y ahora intrusos humanos? Que semana…

Afortunadamente, nuestra tarea de capturar a los lobos no tomó más de una hora. Utilizando su miedo a los humanos como ventaja, expulsamos a los lobos de la densa (y espinosa) vegetación y los canalizamos hacia cajas de captura cerca de las puertas del recinto. Aunque nos sentimos terribles al arruinar su miércoles por la mañana, fue reconfortante presenciar cuán escurridizos y temerosos son los lobos.

M804 y M807 en su nuevo hogar

Tanto los lobos como los humanos se sintieron bastante bien al final de la captura cuando la manada fue introducida en un nuevo hogar, un recinto enorme lleno de olores interesantes y pequeñas criaturas para cazar. Mañana recibirán nuestro regalo de inauguración: un ciervo muerto 🙂