¿Lobos maliciosos?
Durante la temporada de cría de lobos, tenemos la tarea de separar los machos y hembras no reproductores de cada manada. En la naturaleza, los lobos naturalmente evitan reproducirse con miembros de la manada, un comportamiento innato que disminuye el riesgo de mutaciones adversas. Por esta razón, es común que los miembros jóvenes de la manada se dispersen de su manada natal para reproducirse. El invierno intensifica las emociones tanto en los lobos salvajes como en los cautivos, pero limitados por los límites de su recinto, los lobos cautivos no pueden dispersarse. Con tales restricciones, es necesario que todos los miembros masculinos de la familia se mantengan separados de las mujeres hasta que disminuyan las hormonas. Esta solución evita la endogamia, pero no logra aliviar parte de la tensión que se acumula entre los miembros de la familia del mismo sexo. No es raro que las hembras de la manada se desafíen entre sí durante esta temporada, y sin opciones de escape, esta rivalidad entre hermanas puede volverse letal. No es un fenómeno en todas las manadas, pero este año tomaremos precauciones para reducir el riesgo de lesiones entre un grupo de hermanas que nacieron en el WCC en 2008. Es posible controlar mejor a los lobos rebeldes en celo con tratamientos anticonceptivos llamado MGA (acetato de melengestrol) y Deslorelin. Se ha comprobado que estos remedios orales disminuyen el comportamiento competitivo que las hembras demuestran naturalmente durante los meses de invierno. Cuando llegue marzo, las hormonas se asentarán y seguirán las reuniones familiares.