El invierno es bienvenido para los lobos árticos
Lobos grises árticos salvajes (Canis lupus arctos) viven principalmente en el Ártico, la región situada por encima de los 67° de latitud norte. Estas fascinantes criaturas están diseñadas por las presiones de la naturaleza y están bien adaptadas para sobrevivir en el paisaje helado. Atka, al igual que sus contrapartes salvajes, tiene dos capas de pelaje: los largos pelos protectores que forman la capa externa visible del pelaje y la capa interna suave y densa. Los gruesos pelos protectores determinan la apariencia/color de un lobo y funcionan como un impermeable, protegiendo al lobo de la lluvia, la nieve y el aguanieve. La capa interna aislante suele ser de color gris y mantiene al animal cómodo en temperaturas frías. Las adaptaciones adicionales para reducir la pérdida de calor incluyen nariz, orejas y piernas ligeramente más cortas que otras subespecies de lobos grises, y cabello entre las almohadillas de sus pies con forma de raquetas de nieve. Su cola esponjosa también puede mantener esta nariz cálida y acogedora. Gracias a estas características especiales, los lobos árticos pueden sobrevivir en temperaturas tan bajas como -70° Fahrenheit.