MONTREAL (19 de septiembre de 2016) – La semana pasada, cuando se abrieron las temporadas de caza y captura, el gobierno de Ontario anunció su decisión de despojar a los lobos Algonquin en riesgo de la protección de los cazadores y tramperos en la mayor parte de su área de distribución. La caza y la captura continuas, las principales amenazas para la especie, provocaron que el estado de riesgo de los lobos se deteriorara a Amenazado el 15 de junio de 2016. Solo quedan 154 lobos adultos en Ontario. Los grupos conservacionistas y de derechos de los animales de toda América del Norte condenan la decisión. 

Ontario afirma que su decisión está justificada debido a la incapacidad de los cazadores y tramperos para diferenciar entre coyotes y lobos algonquinos. Sin pruebas genéticas de cada animal asesinado, el gobierno no puede rastrear cuántos lobos algonquinos mueren. No hay límite en la cantidad de lobos que se pueden atrapar y los límites de las bolsas de caza están ausentes en algunas partes del hábitat del lobo. 

La caza y la captura fueron prohibidas en los municipios que rodean el Parque Provincial Algonquin en 2001 debido a la abrumadora preocupación pública por los lobos del parque. Este año, se ha ignorado la preocupación del público: la mayoría de los 17,301 comentarios presentados en respuesta a las propuestas se opusieron a los cambios en la regulación. 

“El gobierno de Ontario está promocionando su decisión como una mejor protección para los lobos porque han cerrado la caza y la captura en tres áreas adicionales que bordean los parques provinciales”, dijo Hannah Barron, directora de conservación de la vida silvestre de Earthroots. “Sin embargo, estos nuevos cierres son demasiado pequeños para proteger las manadas de lobos de Algonquin, y mucho menos los animales individuales capaces de viajar cientos de kilómetros en su vida. Cualquier lobo fuera de estos cierres puede ser asesinado”. 

“Permitir que estos lobos raros sean asesinados no solo es inhumano y vergonzoso, sino que puede tener consecuencias no deseadas para los granjeros y los animales bajo su cuidado. Un creciente cuerpo de investigación muestra que la caza y la captura pueden aumentar la depredación futura del ganado al causar caos social entre las poblaciones de lobos y coyotes”, señaló Gabriel Wildgen, gerente de campaña de Humane Society International/Canadá. 

“Si el gobierno realmente tomara en serio la protección de los medios de vida de los agricultores, subsidiaría estrategias no letales para prevenir la depredación en primer lugar. Esta decisión no solo pone en peligro a una especie de lobo amenazada, sino que también le falla a la comunidad agrícola”. comentó Lesley Sampson, directora ejecutiva de Coyote Watch Canada. 

"Al permitir que los cazadores y tramperos maten a los lobos algonquinos en la mayor parte de su área de ocurrencia, el mensaje de Ontario para el pueblo estadounidense y sus propios electores es que la recuperación de especies en riesgo no es una prioridad", afirmó Maggie Howell, directora de la Wolf Conservation Center en Nueva York. “Esta decisión contraviene directamente el mandato de su ministerio”.

Contactos de medios:

• Hannah Barron, Directora de Campañas de Conservación de Vida Silvestre, Earthroots (647) 567-8337 hannah@earthroots.org 
• Christopher Paré – oficina: 514 395-2914 x 206, celular: 438 402-0643, correo electrónico: cpare@hsi.org 
• Fotos de lobos Algonquin disponibles a pedido.