Los lobos son una especie clave fundamental en un ecosistema saludable. Una especie clave es a menudo, pero no siempre, un depredador, como el lobo. Superados en gran medida por sus presas, los depredadores pueden controlar la distribución, la población y el comportamiento de un gran número de especies de presas.

Al alterar los movimientos de las presas, los patrones de ramoneo y el comportamiento de búsqueda de alimento (efectos del riesgo de depredación), los lobos tienen un efecto indirecto en la regeneración de plantas y árboles. En este sentido, los lobos tienen un efecto de goteo sobre animales y plantas, un fenómeno conocido como “cascada trófica”. Cuando están presentes en un ecosistema, se ha observado que los lobos impactan indirectamente en árboles, ríos, pájaros cantores, castores, peces e incluso mariposas.

Sin depredadores, como los lobos, el sistema no puede mantener un nivel natural de biodiversidad y puede dejar de existir por completo. La preservación de especies clave es esencial para mantener la estructura histórica y la función de los ecosistemas que habitan. #VitalNotVicious #iamessental

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