Es con profundo dolor que compartimos noticias sobre el lobo más magnífico que jamás hayamos conocido. Atka murió mientras dormía esta mañana temprano; tenía 16 años.

Su fallecimiento fue indoloro y pacífico con su familia rodeándolo. Si bien Atka deja un agujero en nuestras vidas tan grande que las palabras no pueden describirlo, su impacto en la conservación de los lobos persiste y no se puede exagerar.

Atka es un nombre inuit que significa espíritu guardián, y su brillante espíritu vive en aquellos cuyos corazones calentó, mentes que abrió y almas que tocó.

Inculcó compasión, comprensión y conciencia a los cientos de miles de personas que conoció a lo largo de su carrera. Seremos mejores y lo haremos mejor porque Atka vivió. Él nos empoderará para continuar la lucha para salvaguardar el salvaje legado que deja atrás.

Gracias Atka. Nunca dejaremos de amarte.

Un monumento para celebrar la vida de Atka se anunciará más adelante esta semana.

Muchas gracias por su apoyo,

Familia del Centro de Conservación de Lobos