Para entender cómo cazaban los primeros depredadores, los científicos miran las orejas
¿Has oído?
¡El tamaño y la estructura del oído interno de una especie están correlacionados con sus técnicas de caza!
A medida que evolucionaron las especies más rápidas, sus oídos internos crecieron en tamaño. Los oídos internos más grandes ayudan a los guepardos, leones y lobos a mantener la cabeza estable mientras se mueven a altas velocidades.
Al analizar la composición de los tres canales óseos, los investigadores pudieron estimar si una especie de depredador específica, incluidas las especies existentes, dependía de la persecución a alta velocidad, los ataques, las emboscadas o alguna combinación de los tres.
¿Puedes adivinar qué técnica utilizaron las primeras especies de perros conocidas?