El miércoles, la administración Trump finalizó su propuesta alterar significativamente la implementación de la Ley Nacional de Política Ambiental.

Las nuevas reglas cambian las regulaciones que guían la implementación de la ley de varias maneras, incluyendo la reducción de los tipos de proyectos que requieren una evaluación, descartando la consideración de los "impactos acumulativos" que tendría un proyecto, como el cambio climático, establecer límites de tiempo en los estudios de impacto ambiental, y proporcionar menos tiempo para la opinión pública.

¿Qué es la Ley Nacional de Política Ambiental?

Considerada la ley ambiental más antigua de la nación, la Ley de Política Ambiental Nacional (NEPA) crea un marco importante que los legisladores y los líderes comunitarios pueden usar para equilibrar los efectos de los principales proyectos de desarrollo permitidos por el gobierno federal en el entorno natural y cultural. 

NEPA brinda supervisión ambiental al garantizar que estos proyectos consideren los impactos en el aire, el agua, el hábitat crítico y la vida silvestre.

Antes de que pueda comenzar la construcción de un gran proyecto de desarrollo propuesto que probablemente afecte el medio ambiente y las comunidades cercanas, la NEPA requiere que las agencias federales:

1. Evaluar el impacto ambiental de un proyecto, un estimado de 1% de proyectos requieren que una agencia prepare una Declaración de Impacto Ambiental (EIS) para su revisión
2. Permitir la participación del público durante la revisión de la acción propuesta