Después de 47 años de salvar especies en peligro de extinción, la ESA está bajo ataque
“Nada es más valioso y más digno de conservación que la rica variedad de vida animal con la que nuestro país ha sido bendecido. Es un tesoro multifacético, de valor para académicos, científicos y amantes de la naturaleza por igual, y forma una parte vital del patrimonio que todos compartimos como estadounidenses”.
Richard M Nixon
Tal día como hoy, 28 de diciembre de 1973, el presidente Nixon promulgó la Ley de Especies en Peligro de Extinción (ESA). El objetivo principal de la legislación es evitar la extinción de la vida vegetal y animal. También busca restaurar la salud y mantener la viabilidad de las especies en peligro de extinción al eliminar o disminuir las amenazas a su supervivencia.
La ESA se aprobó porque los estadounidenses creían que proteger nuestra vida silvestre era una obligación para las generaciones futuras, la salud ambiental de nuestra nación, nuestros semejantes y el corazón del estilo de vida estadounidense. Incluía áreas de distribución y hábitats de vida silvestre independientemente de las fronteras políticas porque estos hábitats, que son vitales para la supervivencia de las especies, cruzan líneas arbitrarias.
La ESA es el “estándar de oro” mundial para la conservación y protección de especies en peligro.
A pesar de 47 años de éxito, la administración Trump ha finalizado una serie de reversiones regulatorias que socavan fundamentalmente partes clave de la ESA. Las reversiones hacen que sea más difícil proteger la vida silvestre de múltiples amenazas, incluida la pérdida de hábitat y las que plantea el cambio climático.
La ciencia ha concluido que hemos entrado en un período sin precedentes de extinción de la Sexta Masa causada por el hombre; debemos hacer todo lo posible para ayudar a las especies en peligro a sanar y prosperar.
Para hacer esto, es esencial recordar los valores que el gobierno abrazó hace más de cuatro décadas al tomar medidas para proteger una de las leyes bipartidistas más exitosas que nuestro país jamás haya adoptado.
Investigaciones recientes nos dicen que la mayoría de los estadounidenses apoyan la ESA, a pesar de los crecientes esfuerzos para reducirla. Instamos a la administración entrante de Biden a restaurar la ESA. Nuestro país tiene la responsabilidad de proteger su vida silvestre ahora y para las generaciones futuras.
Después de todo, un mundo sin la ESA es un mundo sin lobos grises y lobos rojos mexicanos. ¿Es este un mundo para ti?